Intrépido, insaciable y sujetivo

Así es el ser humano, en su afán de grandeza, es capaz de crear palacios, de destruir montañas, de causar tempestades, y una de las más fuertes en él, es la que lleva en su interio, esa fuerza inherente a su naturaleza. El saberse un ser desprotegido ante magnitudes mucho mayores, tiembla como cachorro asustado, pero golpea con la enegía de un trueno. Es la más tierna de las criaturas, y el más creativo de los personajes de este mundo.



Conozcamos un poco más los fantasmas internos que lo hacen rey y mendigo, que lo vuelven tirano y el más dulce de los seres.



28 de abril de 2011

Raya Alejandro Joanna Antonieta

Sueño Científico


Lucas era un joven soñador y galante, su mayor deseo era ser un gran científico y solucionar todos los problemas que la humanidad presentara; las matemáticas, la física y la química, eran sus horas preferidas en la escuela, cuando llegaba a su casa rápidamente abría su mochila,  hacía sus tareas y cuando las terminaba, buscaba un libro de ciencias, o navegaba por internet en páginas de ciencia para jóvenes, desde pequeño sus juguetes favoritos eran toda la línea de científico de Mi alegría, él siempre tuvo bastante claro qué quería en la vida y para qué.

 
Cada etapa de su vida la dedicaba por entero a la consecución de su sueño, alguna vez escuchó por allí que si de verdad querías conseguir algo, todos los día de tu vida debí realizar aunque fuera una acción pequeña, pero “algo”, cualquier cosa por concretar ese sueño.


Un día, en un foro de jóvenes aspirando a ser científicos, se le hizo interesante lo que escribía otro miembro del foro, y comenzó a hacer temas para hablar específicamente con ese miembro, del cual sólo tenía un nickname: einstenia2114, las tardes se habían convertido en momentos más agradables, después de un tiempo, Lucas en vez de llegar a su casa después de clases y hacer su tareas, llegaba a sentarse frente al monitos y ya no estaba en el foro, Messenger se había convertido en su aliado más fiel para comunicarse con quien ahora ya conocía su nombre, ya no era einstenia2114, su nombre era Paula. 


Paula estudiaba la preparatoria en 5 semestre, planeaba seguir una carrea como ingeniero en telecomunicaciones y gozaba de pasar las tardes leyendo e investigando, sólo que para ella también se habían convertido en el momento más esperado del día, al escuchar ese sonidito que avisa que te está llamando por Messenger y emocionada veía si era Lucas, algunas veces solo eran sus amigos de la escuela o compañeros de equipo de investigación, el cuál había dejado muy abandonado, desde que conoció a su nuevo amigo, de pronto la investigación y las tareas, así como la búsqueda del conocimiento dejaron de tener sentido, si no las llevaba a cabo de la mano de Lucas, ya no era la misma emoción simplemente por conocer y saber cosas nuevas, no se comparaba con hacerlo en línea con él, o simplemente con una tarde de hablar de puras tonterías, pero, esas tonterías ahora le llenaban el ánimo.

Toda estas tardes comenzaron a tener consecuencias -una o dos tareas sin entregar, no son de importancia- decían cada uno, al ver que se acaba el día y no realizaban sus labores, entonces las calificaciones comenzaron a bajar y los padres de ambos estudiantes, hasta unos días anteriores, ejemplares, se empezaron a interesar y no tardaron mucho en descubrir el nuevo pasatiempo de sus hijos, al grado de que comenzaron a restringirlos, más por parte de la familia Paula, ya que la familia de Lucas estaba feliz, pues nunca había tenido una relación anteriormente, con nadie congeniaba tanto como con su nueva amiga.


Los padres de Paula, eliminaron Messenger de su computadora, pero ella usaba uno en línea que no necesitaba ser descargado, hasta que la descubrieron y ahora ya era realizar sus tares supervisada por alguien que se encargara de ver que no se distrajera de sus labores académicas, entonces como sabeos que entre más nos prohíben algo, más nos llama la atención, ahora ya se mensajeaban todo el tiempo por celular, ya no era una ilusión, se habían convertido en una necesidad el uno del otro, lo cual aunado a las restricciones, los distraían más en clases, ya ni atención ponían, sólo pensaban en cómo brincar las trabas puestas por la familia de ella, tanto fue la desesperación, que planearon huir y concretar su sueño juntos, todo estaba meticulosamente calculado y el siguiente viernes sería el día indicado para realizar la hazaña.


Todo transcurrió en calma, y no se presentó ningún inconveniente, al tenerse frente a frente por fin, la emoción los inundó y se fundieron en  un abrazo, que…. no les hizo sentir nada, todo lo que habían imaginado, resultó ser solo un sueño, las palabras se convirtieron en letras sin forma, y de pronto ahí, parado el uno frente al otro, cayeron en cuenta de que no era lo que querían en realidad y comenzaron a notar que la búsqueda  y la investigación cobraba de nuevo importancia, frente al efímero acto de compartir instantes de vidas con alguien más. 


Sin decir mucho ambos tomaron caminos diferentes, y cuando llegaron a su casa voltearon a ver la computadora, lo pensaron unos instantes y de nuevo entraron al foro de ciencia, con la esperanza de que ahora, ya con una experiencia, sabrían diferenciar una ilusión de lo que ahora buscaban en realidad, la consecución de sus metas, pero acompañados por alguien que disfrutara con ellos de cada logro, ya lo había probado y aunque no funcionó por completo, sabía que era algo que querían en sus vidas, de ahora en adelante.

27 de abril de 2011

Alejandra Lizbeth Pecastaing Ruiz

“NO TODOS LOS FRUTOS MADURAN”

A
drian un joven muy inmaduro ante la vida; esta inmadurez lo llevo a cometer muchos errores, alejarse de su familia por el libertinaje, dentro de este libertinaje conoció a una chica:

 Llamada Laura; la cual se adelanto mucho al  tener un hijo(sin pensar en las complicaciones y responsabilidades que esto contraía), con el paso del tiempo tuvieron diferencias, por las cuales optaron por la separación.

 Adrian con estos sucesos se reincorporo a sus estudios, en ese tiempo conoce mucha gente, amigos, amigas, maestros, etc., dentro de esta gente le interesa sentimentalmente una muchacha llamada Angélica.

Pero a  ella le era completamente indiferente Adrian no le interesó en lo más mínimo (sentimentalmente), pero a él se le genera tal interés que comenzó a pretenderla, Angélica se negaba rotundamente,  Adrian tuvo una insistencia tan fuerte que después de dos meses Angélica accedió  a tener una relación con él (noviazgo).

 
Comenzó Angélica, una relación aparentemente normal, después de dos meses del comienzo de este noviazgo Adrian le confiesa a Angélica que tiene un hijo, Angélica les comenta de esta situación a su familia, la cual no fue bien vista por la familia de Angélica, sin embargo aceptaron la decisión de ella, ella lo tomo con una actitud normal, creía que esto no la podría afectar en lo más mínimo.

Al transcurrir el tiempo los problemas comenzaron a surgir. La familia de Adrian, también estaba en desacuerdo y no lo aceptaron porque creyeron que esa relación seria un motivo para que el, descuidara a su pequeño hijo e incluso por sus creencias veían inmoral esta decisión, ya que él había cometido el error de formar una familia al lado de  Laura y su hijo, y no se aceptaban la relación de él con Angélica.

 Angélica y Adrian se enamoran tanto que no les interesaron estos problemas y en ese momento creyeron que todo lo podían superar juntos,  así paso un año y medio con demasiadas dificultades, ya que había muchas personas que no les gustaba la idea que ellos estuvieran juntos (la familia de él).

(Angélica soporto muchas humillaciones como mujer, y cuando todo iba tomando un color más nítido en la relación, ocurrió algo muy inesperado e inoportuno).

 Adrian tuvo que ausentarse por un largo tiempo por cuestiones de trabajo pero no le comento nada a Angélica.

Y  su familia de él, le hizo creer a Angélica que él se había ido a otro lugar a formar una familia feliz con su hijo y Laura (madre del pequeño).


 Angélica lo intento todo, trato de buscarlo, contactarlo, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles, la  familia nunca quiso darle razón de Adrian después de un largo tiempo de desgaste emocional, físico y psicológico, ella se resigno y dejo de insistir, al desistir de su larga búsqueda por el paradero de Adrian transcurrieron ocho largos meses en los cuales ella había encontrado resignación, aceptación, paz y tranquilidad, al pensar que el estaba muy bien formando su familia, ya que no tuvo noticias de él y su familia solo le dio ese recado mentalmente deseándole lo mejor. 

Ocho meses después ella recibe una ¡¡llamada muy inesperada a su celular!! Escuchando la voz de Adrian y diciéndole que la había extrañado y que la amaba; Angélica completamente sorprendida e impactada, platica con él como si nada y Adrian sin idea alguna de lo  que Angélica supuestamente sabía, pactan un encuentro el cual ella acepta sin dudarlo.

Llega la semana siguiente y por tanto el día de la cita todo está por decidirse; el reencuentro fue extraño porque él no sabía nada de lo ocurrido y llego como si nada hubiese pasado, Angélica intento mostrar una actitud aparentemente normal aunque tenía un resentimiento por pensar que Adrian se había ido sin darle ninguna explicación a formar una familia en otro sitio.

Comenzaron la conversación, ella inicio rápidamente con una serie de reclamos y haciendo preguntas: --¿Por qué? --- ¿en que falle?, etc., Adrian estupefacto por la reacción de Angélica no sabía cuál era el motivo de los reclamos. Angélica al notar que él no sabía de lo que le estaba hablando le explica todo lo que sucedió en su partida y como su familia aprovecho su ausencia, con esto supuestamente aclararon la situación, pero siempre quedo un resentimiento hacia la familia de Adrian, porque él plantea y acepta  que es mejor dejar las cosas como están y no hizo nada por aclarar esa situación con su familia; a pesar de esto  en ese encuentro deciden continuar con la relación que mantenían anteriormente, aparentemente todo marchaba bien en su relación, pero aparece un pequeño problema.

     El que Angélica durante esos ocho meses aprendió a estar sola  a vivir una vida de soltería y lo más importante dejo de depender de él, que con el regreso de Adrian se alteraron todos sus planes porque ella no aceptaba y no se daba el tiempo para convivir con él, lo cual fue el gran conflicto que los llevo a terminar.

Adrian pedía y exigía que se le diera su lugar, cuando el no tuvo el valor para dale el lugar a Angélica ante la familia de él y principalmente hacerla sentir bien sintiendo que contaba con su apoyo, cuando él se entero de todas las mentiras que le dijeron a ella, el hizo como si no hubiese pasado nada.

 Con todo esto Angélica decidió no involucrarse más con la familia de él incluyendo a su hijo como lo hacía antes de su ausencia, cuestión que empeoro aun más la relación, con todo este desgaste Angélica tuvo que tomar una decisión porque en su vida ya había prioridades como su trabajo, escuela, amistades, familia, etc. (el bienestar de ella), antes que Adrian y decidió romper definitivamente con esa relación.
 
Aunque le costó un trabajo infinito ella se dio cuenta que el sentimiento que los unía ya no era amor como ellos decían, sino solo costumbre, y una sensación de remordimiento que no les permitía dejarse pero también se dio cuenta que el amor no es el depender de una persona, ni estar al cien por ciento con esa persona para todo, incluso se percato de que los dos tenían derecho y obligación de vivir su individualidad como persona y después darse ese tiempo para amar y vivir una vida en pareja pero sanamente.

Angélica solo deseo lo mejor para Adrian, y que se aleje  de la inmadurez que no le permite crecer como persona, ser humano y sobre todo como hombre.  

Cleto García Evelin

 La noche era obscura y estremecedora había algo en ella que demostraba que nada volvería a ser igual, bueno eso según Daniel quien se encontraba extremadamente enojado, sentía un inmenso coraje que era como si algo fuera a explotar dentro de el, no podía creer que los resultados del examen de admisión a la prepa había sido desfavorecedor para él, ya que se sentía muy confiado cuando lo realizó.

Su madre lo consolaba con una voz muy tierna, diciéndole que todo iba a estar bien y como no había más qué hacer, lo mandó a dormir.
-Buenas noches hijo, descansa y ya no te preocupes más. -dijo la madre, le dio un beso en la mejilla y se fue.

Daniel no podía conciliar el sueño y prendió la televisión, como siempre asesinatos, violaciones, desaparecidas, narco-mensajes, etc. Nada fuera de lo común. Además ¿qué? si ya estamos acostumbrados a eso, es más: no escuchar hablar de eso seria lo raro.

En eso estaba cuando escuchó que chiflaban, se asomó a la ventana y era su primo, así que sin hacer ruido salió, lo saludó y se fueron, aquel primo era de los malos de la cuadra, casi no salía con ellos pero esa noche no le importaba nada, su primo iba a proponerle un gran negocio, ya que el y su bandita de amigos  iban asaltar un OXXO y él solo les tenia que echar aguas, Daniel sabía que estaba mal y que eso no iba con los valores que sus padres le habían dado, pero las burlas de los demás comenzaron a retarlo y como sus emociones estaban hechas un caos por lo de su examen, aceptó. 

Ya en el lugar se sentía muy nervioso y no podía creer que los demás estuvieran tan tranquilos pero bueno, él solo iba a vigilar así que no había tanto problema, antes de eso paso por su cabeza que ya no tenía futuro y que tal vez juntarse con ellos seria su única opción. 

A la hora de cometer el crimen él solo observaba, dentro del OXXO sólo estaba la señora que atendía y a la hora que llegaron ella estaba tan distraída que volteó hasta que le apuntaban con el arma en la cabeza. La mujer emitió un grito, gravísimo error, porque inmediatamente le dispararon. Daniel se quedó helado nunca había visto un muerto y además ese no era el plan, se acercó a la señora, que estaba tirada alrededor de un charco de sangre.

Sus compañeros comenzaron a correr, mas él no podía, no tenia el valor de abandonar ese cuerpo que luchaba entre la vida y la muerte, así que de inmediato llamo a una ambulancia y a lo lejos pudo escuchar la sirena de una patrulla, ya no había vuelta atrás  ya no podía escapar.
Cuando los policías llegaron lo trataron peor que a una basura , lo golpearon y se burlaban de el diciéndole que había arruinado su vida ,el no lo podía creer estaba en shock no sabia qué había pasado, todo había transcurrido en un abrir y cerrar de ojos, sabía que lo esperaban mínimo 30 años en la cárcel toda su vida echada a perder por un error, lloraba y se lamentaba.

De repente, a lo lejos escuchó la voz de su madre quien estaba tranquilizándolo, abrió los ojos y se dio cuenta que todo había sido un sueño, se alegró tanto que abrazo fuertemente a su madre y la besaba con euforia, la madre no entendía lo que pasaba .

Pero para Daniel estaba muy claro que no por que no aprobara un examen, el mundo se acabaría, y ya no se sentía inservible sabia que vendrían más oportunidades y que tenía una vida por delante y estaba seguro que estaría llena de buenas decisiones ya que era conciente que su vida podía cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
    
No importa cuantas veces caíste, si cada vez te volviste a levantar,
el éxito en la vida no consiste en la prisa de correr, si no, en llegar.

No importa si perdiste una partida, acepta que ganaste en experiencia,
la lucha de la carrera de la vida no es de rapidez, si no, de resistencia.

No importa donde,
  como, ni por que, en medio del error cometido ten la
grandeza de decir ..ME EQUIVOQUE! y si caíste estando a punto de llegar
 ¡TEN EL VALOR DE VOLVERTE A LEVANTAR!
(Anónimo)

Peralta Závala Grecia Nyxel

¿JUSTICIA DIVINA?

 Había una vez un joven de 20 años el cual era una persona muy inteligente, cuidadoso, alegre, pero tenía un gran defecto: un carácter muy desagradable, a pesar de ello salía adelante; se dedicaba a trabajar de cerillo en una bodega, ésta quedaba muy lejos de casa; ahí tenía una novia la cual lo dejó porque, según ella estaba demasiado pequeño y quería a una persona más madura… Pasó el tiempo y la extrañaba mucho.
En fin, empezó a tener muchas amigas que sólo representaban diversión y su vida comenzó a desviarse, los malos amigos y oportunidades rápidas de dinero se incrementaron, en su familia solo tenía problemas, más con su padre ya que lo trataba muy mal, los celos del padre afectaron a su hijo….
Un día decidió entrar a un grupo el cual se dedicaba a robar, él solo se encargaba de manejar, era un buen chofer, la buena vida le acompañaba, día tras día hurtaban farmacias, tiendas, estafaban a las personas, las despojaban  de sus autos; el dinero se le caía de los bolsillos, lujos, parrandas era a diario, no necesitaba trabajar en días siempre tenía plata.
Al tiempo las bandas fueron desapareciendo ya que la justicia pretendía deshacerse de cualquier grupo delictivo, el joven comenzó a dudar de su buena suerte.
En una tarde a uno de sus amigos le faltaban unos buenos rines para su coche, aceptando los integrantes de la banda campanearon a sus próximas víctimas, el joven dijo: ¡Nunca hemos robado solo unos rines! Se rió con una gran burla… llegó la noche y la oportunidad se dio, corrieron hacia el auto, rápidamente prosiguieron a quitar los rines, cuando entre la oscuridad una luz los deslumbra, ¡ahora sí malditos ya los tengo!, atemorizados corrieron hacia el coche cuando en ese momento llega la patrulla, la suerte ya no estaba de su lado, ¡lo sabía tarde o temprano pasaría esto!, los tenían acorralados.
En el Ministerio Público no dudaron en meterlos presos y para su mala suerte el señor al que disponían quitarle los rines, a su mismo auto le robaron el sonido y por obvias razones al testiguar añadió que ellos eran los culpables del robo de sus anteriores pertenencias, es decir, que se trataban de los mismos rateros culpándolos sin perdón alguno, ellos intrigados respondieron: ¡pero señor claro que no, solo los rines! Fue tonta la exclamación pero ¿quién iba a creerles? Veinte años era la sentencia o bajo fianza 40 mil pesos…
Años después… tras haber concebido nupcias y a tres niñas hermosas los recuerdos quedaron en una experiencia amarga, su fortuna ya no era la misma los centavos le acompañaban y sus lujos desde aquella vez se fugaron, 40 mil pesos, no era para menos; solo se dedicó a su trabajo y familia. 

Martínez Cabrera Brenda Karina

Te vas a morir de hambre 
(Versión pictográfica)














26 de abril de 2011

Martínez Cabrera Brenda Karina


 
Te vas a morir de hambre

Estar aquí no ha sido nada sencillo. Realmente me ha costado muchas cosas: familia, amigos, y sobre todo… estabilidad, comodidad y lujo. No sé por dónde empezar a contarles lo que me acontece, pero de una cosa estoy segura, lo que me pasa, me hace sentir con ganas de seguir así cada día más.

Bien, empezaré por presentarme. Mi Nombre es Natalia Esperón. ¡Esperón!… que linaje tan más difícil el mío. Y lo digo no sin argumentos, pues los Esperón somos de las familias más conocidas de Puebla, por ser dueños (más bien mis padres) de una de las cadenas más importante de restaurantes en México, por lo cual, siempre estamos en boca de todos, algo que no va mucho con mi personalidad y por lo cual siempre tuve problemas con mi mamá. Mi papá, siempre fue mi más fiel admirador e impulsor de mis locuras y sueños. 

Cuando tenía cinco años, mi madre, Doña Julia Esperón, me mandaba a clases de karate, francés, inglés, regularización y no sé que otras tantas cosas. Doña Julia, como así prefiero llamarla, es de esas madres que piensan que mientras menos tiempo libre para el juego tenga un niño, mejor. De esas madres que van visualizando un futuro para sus hijos, sin saber si estos, llegarán a él. En fin, solo le agradezco a Doña Julia que no me quede con ganas de probar alguna clase. Otra de las cosas que agradezco, es que dentro de las tantas clases que me hizo tomar, una de ellas marco radicalmente mi pasado, mi presente y supongo, seguirá marcando mi vida. Esta clase fue: la danza. 

¿Cómo empecé en esto de la danza? ¡Oh sí! Recuerdo que un día, acostada en mi cama, mi madre se acerco a mí y grito aterrorizada: “¡Tienes los pies planos!”. Jajaja, cualquier imperfección era como un castigo divino para ella. Inmediatamente me llevo con el ortopedista, el cual, le recomendó que me llevara a clases de ballet para corregir mi “imperfección”. Ahora no saben cómo le doy gracias a esos pies planitos que tenía de chiquilla. Y desde mis cinco hasta lo trece años, la danza y yo fuimos las mejores amigas, sin ningún impedimento. 

Cuando cumplí diez años, tuvimos que mudarnos al Distrito Federal por compromisos laborales de mi padre. De pasar de la pequeña academia de baile de Doña Leonora, la academia “Arabesque”, pasé a la gran “Escuela Nacional de Danza “Nellie y Gloria Campobello”, donde mi preparación como bailarina empezó a tomar forma. Nada era fácil para mí. La escuela, las amigas, la edad de la punzada y sobre todo mi madre diciéndome que mi “imperfección” hace muchos años se había corregido, no permitían que mi gran amistad con la danza siguiera siendo tan plena y sin baches. Doña Julia, ahora me decía que en lugar de pies planos, tenía pies llenos de callos y juanetes. Y déjenme decirles, que qué bonito se siente tener los pies así llenos de callos y juanetes, cuando sabes que lo que lo ocasionó, es algo que amas hacer.

Para Doña Julia, el baile se había convertido en una pérdida de tiempo. Mi padre, era el único que asistía a mis presentaciones y que costeaba mi carrera dancística. Había cumplido ya dieciocho años y no sabía que fregados estudiar. Mi madre me llenaba la cabeza de ideas como: “Estudia administración, para que sigas con el legado de la familia Naty.” Tenía que tomar una decisión, y entre tanto que pensaba, llegue a la conclusión que si el baile era lo que amaba, quería seguir amando. El baile sería mi forma de vida. 

Cuando le conté a Doña Julia mi decisión, casi me deshereda, más bien, si me desheredo cuando vio que la decisión era en serio. Mi padre como siempre, fue el único que me apoyo. Las palabras de mamá fueron: casa o danza; mi decisión: danza.  Y así me fui de la casa con una cantidad moderada que mi padre me dio. Dirán que el apoyo de mi papá fue sólo material, sin embargo, no hay que juzgarlo, Doña Julia era una mujer de edad avanzada que no podía quedarse sola; pero mi padre siempre estuvo conmigo. Las últimas palabras de papá fueron: “Lucha por lo que quieras, tú eres la única que te destruye o beneficia”. Las últimas palabras de mamá: “Te vas a morir de hambre”.

Me fui a vivir a la casa de una de mis mejores amigas de la prepa, quien decidió estudiar para Trabajadora Social en la UNAM. Sus padres, tampoco la apoyaron. Con esa decepción familiar las dos decidimos salir adelante por nosotras mismas. Trabajé de mesera, en un café internet, en una tienda departamental y mil trabajos más, para poder solventar mis gastos. Fue la época más difícil de mi vida, y no tanto por la parte económica, sino por la preparación dancística. Siempre lo he dicho: expresar con el habla muy fácil, con el cuerpo, sumamente difícil.

Pasé por miles de audiciones para poder tener una oportunidad, pero nunca conseguí nada. Debo reconocer que México tiene un gran talento en danza. Durante unas vacaciones, mi amiga y yo decidimos ir al pueblo más alejado que pudiera existir; el propósito era pensar si lo que estábamos pasando era lo más conveniente para nosotras. La verdad, no fuimos tan lejos, fuimos a un pequeño pueblo llamado La Estrella en Pénjamo Guanajuato. Obviamente las condiciones ahí eran muy humildes, pero ha sido el mejor viaje de mi vida. 

Un día de ocio total y entre mis locuras, me puse a bailar en plena calle, ya que extrañaba bailar tanto, cuando unos niñitos se me acercaron y me dijeron que cómo hacia eso, así que empecé a enseñarles. Tanto les gusto, que durante las dos semanas que permanecí en la Estrella les enseñe un poco de lo que sabía. 

Cuando regresé al DF, seguí como mis clases de baile, pero ya no me sentía plena, algo me hacía falta. Extrañaba tanto a esos chiquillos. Así que tome una decisión. Ah que decisiones las mías, jajaja. Hablé con mi padre, quien desde ese momento se convirtió en mi patrocinador. Junto con él, abrimos una escuela en La Estrella, clases gratuitas para toda persona que quisiera dedicarse a la danza, como profesional o como simple hobbie. 

Todo marchaba de maravilla, hasta que Doña Julia, se enteró del apoyo que mi padre me brindaba y por obvias razones no pudo seguir con los donativos. Sin embargo, me siguió apoyando, ya no como antes, pero si con un pequeño porcentaje que me era de gran ayuda. 

Cuando pasó lo de mi madre tuve que cerrar la escuela en La Estrella, no saben a cuánta gente dejé triste, pero tuve que regresar al DF a seguir consiguiendo más apoyo para mi proyecto. Un día de suerte, en una de mis clases en “Nellie y Gloria Campobello”, llegó una convocatoria para un concurso en España, el ganador se llevaría $100 mil pesos. Junto con lo que ahorré de los donativos de mi padre, no lo dude y me fui a España. ¿Y qué creen? no gané el dinero, jajaja. No obstante, gané gran experiencia y amigos que me conectaron con buenos negocios acá en México. Pasé por un año de ardua lucha, hasta que con el dinero suficiente pude volver a abrir mi escuela en Pénjamo. 

Y hasta ahora la escuela va poco a poco. Debo admitir que es muy difícil sin apoyo económico, o bueno, no el suficiente, estar entrenando, dando clases, trabajando para sostener mi escuela, ir, venir, etc. Sin embargo, mis ganas de seguir aprendiendo siguen latentes cada día con más fervor.

No sé si esta pequeña historia les sirva de algo, si sí, que bueno, si no, no es mi problema, mi problema es seguir con una formación como persona y bailarina con lo que me alcanza y sin embargo jamás me atrapará al cien por ciento. Y créanme, tal vez no he comido lo que he querido, pero de hambre no me he muerto.

Julieta Salas Magaña

“Mi padre” 
 



A lo largo de mi vida, observé en mi padre las cosas que hacía y de las que gustaba más. No tuvo oportunidad de estudiar formalmente, ya que su familia era campesina, sin embargo sabía leer, escribir y "hacer cuentas" como él llamaba a las operaciones matemáticas. 
Su vida se desarrolló en el campo, con la sabiduría acerca de la noble tierra , el clima, la medicina herbolaria, los caballos, vacas y aves de corral, la familia, el hacer y el compartir. 
Se enamoró, de la mujer que fué mi madre, en su pueblo, se casaron y formaron una familia numerosa. Vinieron a vivir a la ciudad buscando mejores oportunidades. La ciudad los limitó, pues sus conocimientos y habilidades estaban centrados en la agricultura y no encontraba trabajo.

Decidió ir a Estados Unidos a trabajar, un tiempo. Se desempeñó en la pizca de cítricos. Nunca le pregunté si fue felíz en ese empleo, pero creo que sí. Fue un tiempo difícil para mi madre porque se encontró sola criando a una numerosa familia. Ignoro cuánto tiempo trabajó lejos mi padre, lo que tomó importancia de aquella experiencia fué su gusto por aprender el idioma inglés. Me preguntaba de mis clases de inglés en secundaria, y me platicaba de como le hubiese gustado asistir a la escuela. Nunca olvidaré esas conversaciones. 
Durante alguna época se empleó como velador; fueron muchos años de rutina para mi padre, era taciturno, callado, con una figura que imponía.
Cuando lo empleó un pariente en la venta de bienes raíces mi padre hacía muchas “cuentas”. Y se le veía animado haciendo su trabajo. Más tarde, incluso, tuvo un comercio, fué cuando descubrió que aplicar sus conocimientos de matemáticas básicas le gustaba, además de ser autónomo y no tener que trabajar para nadie.

Siempre tuvo gusto por la lectura; sobre todo del estilo del lejano oeste, en la bolsa trasera
de su pantalón llevaba su lectura, una novela de vaqueros que compraba habitualmente, no contenía ilustración alguna y por eso no llamaba mi atención.Yo he sido lectora desde mi niñez.

Otra habilidad de mi padre fué el dibujo, dibujaba hombres con sombrero, y yo lo relacionaba con su vida en el campo, y su gusto por todo lo vaquero... 

Mi padre enfermó de diabetes, vivió muchos años con la enfermedad. Tuve el gusto de preguntarle acerca de su familia y de sus orígenes más lejanos, él recordó nombres, lugares, fechas. Le hice recordar leyendas de su pueblo, le pedía que me hablara en inglés. Cuando se agravó su enfermedad, la mayor frustración para él fue ya no poder trabajar, porque sus principios morales le indicaban que debía seguir siendo el proveedor del hogar siempre y que su esposa no tenía ese deber.

Antes de morir, me llamó y acudí, me dijo que estaba tranquilo, pues yo había elegido un esposo trabajador con el cual estaría bien. 
Acaba de pasar un aniversario más de su fallecimiento, no lo recordé, pensando en tantas otras cosas. Esta mañana, lo recordé, vino a inspirarme para escribir estas notas, que relacionadas con la formación, es lo que tengo en mi experiencia de vida.